“También me ahogan las palabras, los espejos, la luna. Aquello que me refleja me ahoga”
EM
La idea de comenzar a escribir un diario surgió como un intento vano de contar con algún artilugio que facilitara la reflexión. Una especie de pausa para la vorágine en la que transcurría mi existencia. Error.
De pronto me ví envuelta en un embeleso textual equiparable al mejor orgasmo.
Es que también me ahogan las palabras. Aquello que me refleja me ahoga, me atrapa, como mi imagen frente al espejo. Desde cuando? No podría precisarlo. Creo que desde siempre. Tú también quedaste afectado desde aquella vez que hicimos el amor de pie frente al espejo que cubría toda la pared. No te quites las botas (me pediste mientras te deshacías cuidadosamente del vestido de seda azul que me acababas de quitar). Como una orden, obedecí tu siguiente petición: “Mírate” sintiendo la presión que ejercías desde atrás, sujetándome el pelo, dirigiendo mi cabeza hacia el frente, manteniendo una distancia prudente para no perder detalle.
"Mírate", me susurrabas, sucumbíendo ante mi mirada extasiada. "Algo por lo qué vivir" me decías acerca de esa mirada mientras te ahogabas en mis ojos.
Espejos verticales. Espejos como horizonte donde alcanzar la calma que nunca alcanzamos. El espejo en el suelo fue la última trampa que sin saber/querer nos tendimos.
Era el espejo oval. Tú arriba, detrás yo entre tú y la eternidad.
Creo que fue demasiada la presión del peso de los dos. La raja hizo sentir su jadeo silbante, como el estertor de un cisne en las postrimerías de sus días.
Una grieta en el espacio/tiempo de nuestro esplendor. Mi mirada huyendo de mis ojos para recorrer esa línea en expansión que prometía ramificarse. Un fragmento de eternidad salió impulsado hacia arriba sin piedad. Lentamente comenzó a caer girando en la densidad que emanaba de nuestros cuerpos. Tenía que apresurarme. Me urgía la angustia de lo irremediable. En un brutal impulso, me arrojé hacia el fondo de ese espacio de nada absoluta que había quedado del cristal desprendido.
Hace dos semanas que me quitaron los puntos de sutura. Mi rostro y mi cuerpo copiaron prolijamente las líneas del espejo quebrado, cada grieta reproducida de modo especular. Todos me aseguran que no había nadie más en la casa cuando sucedió. Que estaba sola. Desde entonces desapareciste y no pude hallar el modo de volverte a ver.
Escribo suturando heridas, reciclando recuerdos. Te puedo regalar ese nombre cabalístico que me ayude a pensarte sin doler.
Mientras, intento reflejarme en esta superficie de palabras infinitas.
Menuda vuelta... Tenía ganas de leerte de nuevo. Espero que estés bien y que solo sea una manera de contarlo... Y que esas heridas, vayan cicatrizando. Un beso enorme.
ResponEliminaAsí es Laura, estoy físicamente muy bien, aunque muy agotada, es una época muy fuerte de trabajo
Eliminapara mi. Gracias bella.
No logro recuperarme de la angustia que me ha producido el relato, estoy sin palabras, por favor...
ResponEliminaBesos y salud
Genín... que es un cuento, ya lo dice el título. Yo estoy sana y salva. Petonets
EliminaIntenso!!!
ResponEliminaVerdad???
Eliminame he perdido por un momento por esa raja. Los espejos siempre me han fascinado de esa manera que me imagino que tu sabes que quiero decir. Es como aquellos paisajes surrealistas que he imaginado desde que se fue.
ResponElimina¡Beso!!!
Me he sentido, en el mejor de los casos, fragmento del espejo, y esquirla hiriente acariciando tu piel
ResponEliminaPara al momento, supurarla
Un escrito tan intenso como las maravillosas interpretaciones que obsequia
Besos
Me gusta de pronto cuando vuelves. Y me encanta leerte siempre.
ResponEliminaUltimamente no llegan algunos de mis coments. De cualquier forma no suelen ser nada interesantes. No se pierde nada.
Beso
Los espejos, siempre misteriosos e inquietantes, esperando a saltar... Feliz de leerte, encontrarte, aunque sea en añicos... Jaja...
ResponEliminaTe recuerdo mucho; te dejo un abrazo largo y detenido.
Las superficies lisas suelen reflejar mejor que las rugosas.
ResponEliminaBesos.
Muchisimo tiempo sin venir................sin embargo volver y sentir las palabras,un placer renacido reencontrarte, como reencontrarme yo en un espacio nunca olvidado.Me encanto esta entrada.Un abrazo inmenso y dual de Menta y Sol....la misma.
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